lunes, 23 de junio de 2014

La chica que se ponía triste cada atardecer
no quería aprender
que al final 
todo da igual
porque es la luna la que manda
la que no da respuesta
porque el querer 
no se va con los soles
ni vuelve con otros roles 
de mujer fatal
de torturas nocturnas 
de otro desdichado amanecer 
con un paisaje lleno de dunas
y tintes

2 comentarios:

  1. Todo da igual pero siempre está ahí, y duele, así que... no da tanto igual. En cualquier caso, algún día un atardecer le devolverá la sonrisa.

    ResponderEliminar
  2. He llegado a tu blog dando saltos por otros, y me alegro porque me gusta mucho. Me quedo por aquí.
    Igual tenemos que aprender que la luna también nos puede ayudar a sonreir.

    ResponderEliminar